Santo
 

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2. LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR A LOS CIELOS

 

 

 

La Ascensión (Hch 1,6-11)

 

Los que estaban reunidos allí le hicieron esta pregunta:

‑Señor, ¿es ahora cuando vas a restaurar el Reino de Israel?

Él les contestó:

‑No es cosa vuestra conocer los tiempos o momentos que el Padre ha fijado con su poder, sino que recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que descenderá sobre vosotros, y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra.

Y después de decir esto, mientras ellos lo observaban, se elevó, y una nube lo ocultó a sus ojos. Estaban mirando atentamente al cielo mientras él se iba, cuando se presentaron ante ellos dos hombres con vestiduras blancas que dijeron:

‑Hombres de Galilea, ¿qué hacéis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que de entre vosotros ha sido elevado al cielo, vendrá de igual manera a como le habéis visto subir al cielo.

 

Algunas consideraciones para meditar el misterio

 

- Después de cuarenta días reforzando la fe de los discípulos con numerosas apariciones y explicándoles cosas que todavía no entendían, se eleva en cuerpo y alma al cielo. Asciende por su propio poder, pues además de Hombre era Dios.

- ¿Por qué te vas? Porque si no, no os enviaré el Espíritu Santo -¡qué importante debe ser esa venida del Espíritu Santo!-. Además, permaneceré junto a vosotros en la Eucaristía.

- Los discípulos se quedan atónitos mirando al cielo. Hasta que le ocultó una nube. Y los ángeles tienen que sacarlos de ese estado: ¿Qué hacéis mirando al cielo?: ¡volverá!...

 

 

 

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