2
 

anterior

ir a "Santo Rosario"

siguiente

 

 

2. LA FLAGELACIÓN DEL SEÑOR

 

 

 

 

Juicio de Jesús ante Pilato (Mt 27,15-26)

 

En el día de la fiesta, el procurador tenía costum­bre de conceder a la gente la libertad de uno de los pre­sos, el que quisieran. Había por aquel entonces un preso famoso que se llamaba Barrabás. Así que cuan­do ellos se reunieron, les dijo Pilato:

‑¿A quién queréis que os suelte: a Barrabás o a Jesús, el llamado Cristo? ‑pues sabía que le habían entregado por envidia.

Mientras estaba sentado en el tribunal, su mujer mandó decirle:

‑No te mezcles en el asunto de ese justo; porque hoy en sueños he sufrido mucho por su causa.

Pero los príncipes de los sacerdotes y los ancianos persuadieron a la multitud para que pidiese a Barrabás e hiciese morir a Jesús. El pro-curador les preguntó:

‑¿A quién de los dos queréis que os suelte?

‑A Barrabás ‑respondieron ellos.

Pilato les dijo:

‑¿Y entonces qué voy a hacer con Jesús, el llamado Cristo?

Todos contestaron:

‑¡Que lo crucifiquen!

Les preguntó:

‑¿Y qué mal ha hecho?

Pero ellos gritaban más fuerte:

‑¡Que lo crucifiquen!

Al ver Pilato que no adelantaba nada, sino que el tumulto iba a más, tomó agua y se lavó las manos ante el pueblo diciendo:

‑Soy inocente de esta sangre; vosotros veréis.

Y todo el pueblo gritó:

‑¡Su sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos!

Así que les soltó a Barrabás; y a Jesús, después de haberle hecho azotar, se lo entregó para que fuera crucificado.

 

 

Algunas consideraciones para meditar el misterio

 

- Los judíos daban cuarenta azotes menos uno (para no incumplir la Ley que sólo les permitía dar cuarenta), pero los soldados romanos azotaban… ¡hasta el agotamiento!

- Cuerdas en cuyos extremos hay bolas metálicas y ganchos que desgarran la carne del Señor.

- Muchos condenados morían por la dureza de la flagelación. Pero Jesús quiere seguir viviendo: quiere apurar el cáliz del dolor… ¡por mí! (y yo, tantas veces haciendo cálculos sobre si me "excedo" o no cuando realizo un pequeño sacrificio por Él…)

- El Señor -que era un Hombre físicamente fuerte- al final de la flagelación cae al suelo destrozado.

 

 

 

anterior

ir a "Santo Rosario"

siguiente