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NORMAS GENERALES PARA LA UTILIZACIÓN DEL LABORATORIO

 

1. El laboratorio es un lugar de trabajo en el que se pretende que el alumno asimile de forma práctica la mayor parte de los conocimientos que previamente debe haber adquirido de forma teórica (de ahí la importancia de haber estudiado los guiones correspondientes antes de cada práctica).

 

2. El material de laboratorio está para usarlo con orden y de una manera lógica. De no hacerlo así se deteriorará e impedirá alcanzar el fin que nos proponemos con las clases prácticas.

 

3. Para el mejor funcionamiento del laboratorio se recomienda seguir los siguientes consejos:

 

3.1.- Cada alumno debe permanecer en su puesto de trabajo durante el tiempo de las prácticas. Los correteos inútiles llevan a perder el tiempo y hacerlo perder a los demás.

 

3.2.- Es necesario seguir las indicaciones del profesor para lograr el máximo aprovechamiento de la práctica. Las indicaciones se extenderán también al uso del material.

 

3.3.- Por el precio elevado de los útiles de laboratorio, ante la dudas sobre la utilización del material hay que preguntar al profesor de la asignatura. Es normal que de vez en cuando se rompa algún tubo de ensayo, portaobjetos, etc. (llamémoslas pérdidas ordinarias), pero cada alumno se hace responsable de las pérdidas de material que se produzcan por negligencia culpable o por desoír las indicaciones del profesor (pérdidas extraordinarias).

 

3.4.- Después de usar los materiales, hay que dejarlos limpios. No es sólo un detalle de orden: resulta imprescindible para que no se estropeen antes de tiempo. Algunos objetos quedarán limpios inmediatamente después de su uso en la misma práctica. Otros serán limpiados al acabar la práctica por un grupo de alumnos que designe el profesor y que con él llevará a cabo esa tarea.

 

3.5.- Cuando se use un producto químico y sobre un poco, nunca se volverá a echar en el recipiente primitivo, sino que se comunicará al profesor para que lo coloque en un recipiente aparte. Jamás se pipetea directamente de un bote comercial con producto químico, pues se introducirían impurezas o se alteraría la concentración: se echa en un frasco la cantidad que se considere precisa, y de allí se pipetea.

 

3.6- Son muchas las cosas que pueden ser útiles en el laboratorio, aunque a primera vista no lo parezcan. En este sentido, todo lo que podamos aportar facilitará hacer más y mejores prácticas. Indicamos a continuación algunas de las cosas que resultan útiles (evidentemente, la lista no es exhaustiva): acetona, jeringas, botes de mermelada con tapa hermética, pequeñas botellas de cristal oscuro con cierre a rosca, frascos con cuenta-gotas, goma líquida, hornillo eléctrico, pinzas, cuchillas de afeitar, lupas...

 


3.7.- Los productos químicos si se saben usar no son peligrosos. Por imprudencia o desconocimiento de éstos se podría producir un accidente grave, tanto de quemaduras como de intoxicación. Para evitar esto, hay que seguir a rajatabla las indicaciones del profesor y evitar juegos tontos (más tontos en cuanto que resultan muy peligrosos para la salud). Si a pesar de todo ocurre algún accidente (por ejemplo, quemaduras de ácidos), se debe acudir inmediatamente al profesor (pues -siguiendo con el ejemplo anterior- si algún "avispado" piensa neutralizar esas quemaduras añadiendo una base fuerte, en lugar de diluir con mucha agua, el zipi-zape que organice puede ser de órdago).

 

3.8.- Para evitar pérdidas extraordinarias de material de vidrio y de productos químicos (por rotura de los frascos), sólo podrán coger las cosas de los armarios el profesor y los jefes de prácticas que éste nombre.

 

3.9.- Los botes con líquidos o sólidos deben etiquetarse -como norma general- para evitar confusiones.

 

3.10.- Al usar ácidos y bases fuertes es necesario tener en cuenta:

 

a) Para evitar que caigan gotas que dañen la mesa se utilizarán soportes de corcho blanco o papel secante.

 

b) Se evitará el contacto del ácido con la piel. Por eso no se pipeteará con la boca, y si fuese necesario hacerlo así por falta de material, pipeteará el profesor. Si, a pesar de todas las precauciones, entrase en contacto el ácido con la piel, se lavará enseguida la parte afectada con abundante agua.

 

c) Al disolver los ácidos conviene utilizar vidrio pyrex (diseñado para soportar temperaturas elevadas), pues un vidrio normal podría agrietarse por el calor de la reacción.

 

d) Se debe ECHAR SIEMPRE EL ÁCIDO SOBRE EL AGUA, y poco a poco, deslizándolo sobre las paredes del recipiente. Esto debe cuidarse especialmente en el caso del ácido sulfúrico. Un descuido en este sentido puede provocar una explosión y quemaduras muy graves en los que se encuentren cerca.

3.11.- Cuando haya que calentar alguna sustancia a la llama, se utilizarán instrumentos de vidrio pyrex, pues otros tipos de vidrio no están preparados para soportar temperaturas muy elevadas.

 

3.12.- El azul de metileno mancha mucho: conviene limpiar enseguida los instrumentos o recipientes que hayan estado en contacto con este colorante.