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4. LA ASUNCIÓN DE NUESTRA SEÑORA

 

 

 

 

Asunción de la Virgen (San Josemaría Escrivá, Santo Rosario)

 

Assumpta est Maria in coelum: gaudent angeli! ‑María ha sido llevada por Dios, en cuerpo y alma, a los cielos: ¡y los Ángeles se alegran!

Así canta la Iglesia. ‑Y así, con ese clamor de regocijo, comenzamos la contemplación en esta decena del Santo Rosario:

Se ha dormido la Madre de Dios. ‑Están alrededor de su lecho los doce Apóstoles. ‑Matías sustituyó a Judas.

Y nosotros, por gracia que todos respetan, estamos a su lado también.

Pero Jesús quiere tener a su Madre, en cuerpo y alma, en la Gloria. ‑Y la Corte celestial despliega todo su aparato, para agasajar a la Señora.‑Tú y yo ‑niños, al fin‑ tomamos la cola del espléndido manto azul de la Virgen, y así podemos contemplar aquella maravilla.

La Trinidad beatísima recibe y colma de honores a la Hija, Madre y Esposa de Dios... ‑Y es tanta la majestad de la Señora, que hace preguntar a los Ángeles: ¿Quién es Ésta?

 

Algunas consideraciones para meditar el misterio

 

- No sabemos si la Virgen murió o se durmió (quizá murió para unirse también en esto a su Hijo): sólo que al terminar sus días de vida terrena, su cuerpo no conoció la corrupción: fue llevada en cuerpo y alma al cielo.

- Es lógico que Dios quiera tener su "joya maestra", su Madre, en cuerpo y alma en el cielo. Y es lógico -divinamente lógico- que aquélla por encima de la cual sólo Dios estaba- no conociese la corrupción que sigue a la muerte. Ella nunca había tenido pecado: no debía conocer la corrupción.

- Los Apóstoles rodeaban el cuerpo inerme de la Virgen. Asisten a la apoteosis de su Asunción al cielo ("asunción", no "ascensión", porque Ella no asciende por su propio poder -como Jesús- sino que es elevada -"assumpta"- por Dios).

- Llega la Virgen: hay fiesta en el cielo. Y en la Tierra (aunque los Apóstoles quedan con la pena de no gozar más de su presencia física maravillosa, de su cariño, de su fortaleza y de sus consuelos maternos): porque seguirá acompañándonos desde el cielo.

 

 

 

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