LA REPRODUCCIÓN
Llamamos reproducción al proceso por el
cual los seres vivos son capaces de originar otros semejantes a ellos
transmitiéndoles su información genética.
La reproducción es una capacidad propia de
los seres vivos que, por eso, los distingue de los seres inertes (sin vida).
Esa capacidad se debe a que los seres vivos "guardan" la
información acerca de sus
características fisiológicas en unas "cadenas de información"
llamadas cromosomas. Los cromosomas se encuentran en el núcleo de la
célula.
Cada vez que una célula va a dividirse en dos
células, saca "copia" de todos sus cromosomas, de manera que las dos
células hijas tengan exactamente la misma información (es decir, toda la
información que tenía la célula madre que las originó). Esto es lo que ocurre
en el proceso de división que llamamos mitosis. -Podríamos comparar los
cromosomas con el disco duro de un ordenador: allí se almacenan programas,
archivos, etc. de los que se pueden sacar copias. La diferencia estriba en que,
mientras la información almacenada en el disco duro del ordenador sólo va a
determinar el uso que podemos hacer del ordenador que ya tenemos, la
información contenida en los cromosomas determinará los procesos fisiológicos
(el "uso") de la célula o del organismo pluricelular, y también su
estructura, es decir, sus características físicas (siguiendo con el ejemplo
anterior: como si el disco duro se utilizase para fabricar también el
ordenador, el teclado, la pantalla...)
Tipos de reproducción
Existen 2 tipos generales de reproducción en
los seres vivos: la asexual y la sexual. Por la reproducción asexual un
individuo se fragmenta y produce dos o más individuos iguales a él (ya que
poseen su misma información genética): es el mecanismo habitual de reproducción
que tienen los seres unicelulares (bacterias, protozoos) y algunos
pluricelulares (los celentéreos en la fase de pólipo). Otros pluricelulares no
muy complejos también se reproducen por fragmentación accidentalmente: las
estrellas de mar, la lombriz de tierra, etc.
Si la reproducción asexual es de un individuo
unicelular consistirá en una simple mitosis seguida de citocinesis: división
del núcleo en dos, y posterior división del citoplasma celular. Cuando el que
se reproduce asexualmente es un organismo pluricelular, cada fragmento crece
(por mitosis de sus células) y se reconstruyen los tejidos y órganos necesarios
para completar -a partir de cada fragmento- la estructura completa de un
individuo.
Pero en los organismos pluricelulares más
complejos, el sistema habitual de reproducción es la reproducción sexual
(es más, para la mayoría de ellos es el único sistema). En la reproducción
sexual, dos células especiales llamadas gametos -con la mitad de
cromososmas de una célula normal- se fusionan y originan un nuevo individuo
unicelular -el cigoto- que por sucesivas mitosis se desarrollará como
pluricelular.
Producción de gametos. Mitosis y meiosis
Para que se dé la reproducción sexual es
necesario que los organismos elaboren unas células especiales que sólo tienen
la mitad de la información genética de una célula normal (es decir, la mitad de
cromosomas): los gametos.
Los gametos se originan gracias a un
sistema especial de división celular que llamamos meiosis. Por la
mitosis, cada célula -después de haber sacado una copia de toda su información
genética- se dividía en 2 células hijas idénticas entre sí e idénticas a la
célula madre. Por la meiosis, cada célula producirá -previa copia de su
información genética- 4 células hijas (los gametos) diferentes entre sí y con
sólo la mitad de información de la célula madre.
La fecundación
Es el proceso de unión de los dos gametos
(masculino y femenino) en una única célula (el nuevo individuo) llamada célula
huevo o cigoto.
Según el tipo de gametos que producen los
individuos que se reproducen sexualmente distinguimos:
-Los masculinos (machos): producen
gametos pequeños o microgametos (gametos masculinos).
-Los femeninos (hembras): producen
gametos grandes o macrogametos (gametos femeninos).
-Los hermafroditas: producen los dos tipos
de gametos (tanto masculinos como femeninos).
Hay especies en las que los sexos están
separados (masculino y femenino), como los mamíferos y las aves. Pero hay otras
en las que la regla general es el hermafroditismo (así sucede generalmente en
las plantas superiores, en la mayoría de gusanos y moluscos, etc.).
Algunos seres hermafroditas se autofecundan
(unen los gametos masculinos y femeninos del mismo individuo): algunas flores,
la solitaria (parásito del hombre), etc. Sin embargo, la mayoría de los
hermafroditas (tanto plantas como animales) tienen fecundación cruzada (unen
los gametos masculinos y femeninos de individuos diferentes).
En los animales y plantas acuáticas, los
gametos son abandonados libremente en el agua y nadan hasta encontrarse. Lo más
frecuente es que el único gameto nadador y activo sea el microgameto (en este
caso el gameto femenino suele segregar sustancias químicas que atraen al
masculino).
En los animales y plantas que viven en
contacto con el aire, dada la escasa resistencia a la desecación de los gametos
masculinos, éstos deben ser depositados cerca de donde se encuentran los
femeninos para poder encontrarse. Así, en los vegetales superiores el gameto
masculino se origina a partir del grano de polen cuando éste se sitúa en el
estigma de la flor (llevado por el viento, por insectos, etc.). En los animales
de vida terrestre es muy frecuente que los espermatozoides sean depositados en
el aparato reproductor femenino o en sus proximidades.
Al unirse los gametos en la reproducción sexual,
el nuevo individuo tendrá el mismo número de cromosomas que sus progenitores.
Pero ya no será igual a ellos, sino sólo semejante.