anterior

volver al "Índice" de prácticas

ir a "Trabajos de biología"

siguiente

MEDIDA DEL POTENCIAL HÍDRICO

 

I) Fundamento

 

El potencial hídrico de un tejido vegetal determina la dirección e intensidad del movimiento del agua en relación con el ambiente de la planta. El tejido que posea un potencial hídrico bajo alejado de cero (es decir, muy negativo), tenderá a absorber agua de su entorno, siempre que éste presente un potencial hídrico más elevado próximo a cero (es decir, menos negativo).

 

El potencial hídrico será siempre negativo (pues se ha asignado al agua pura -sin solutos- un potencial hídrico igual a 0), y más negativo cuanto mayor sea la concentración de solutos. Por eso el agua pasará del medio con potencial hídrico menos negativo (con menor concentración de solutos) al que tiene potencial hídrico más negativo (con mayor concentración de solutos), siempre que ambos medios se encuentren separados por una membrana semipermeable (como es en el caso de las membranas biológicas) .

 

Como sabemos, el potencial hídrico (Ψ) de un sistema está determinado por tres factores: el potencial hídrico de presión (Ψp), el potencial matricial (Ψm) y el potencial de solutos (Ψs). En el caso de nuestro experimento Ψp será 0 (porque P = l atm) y Ψm será también 0 (las matrices que pueden absorber agua están constituidas por el tejido de la planta y consideramos que se encuentran saturadas). Por eso, en nuestro caso Ψ = Ψs

 

 

II) Material (por cada grupo o mesa)

 

-Tubérculo de patata (en fragmentos de dimensiones homogéneas)

-8 tubos de ensayo

-8 placas de Petri

-2 gradillas

-1 pipeta de 10 ml

-1 pipeta de 1 ml

-Pipeta Pasteur

-Pinzas

-Sacarosa 2 M

-Azul de metileno

 

 

III) Procedimiento

 

Preparamos una serie de 8 placas de Petri con distintas concentraciones de sacarosa. Para eso, como Ψ = Ψs , utilizamos la fórmula

De esa ecuación obtenemos los valores de M que precisamos para que el Ψs (y por tanto el Ψ) de las disoluciones contenidas en las placas de Petri sean respectivamente -3, -4, -5, -6, -7, -8, -9 y -10 atm. Tendremos presente, al calcular la molaridad de las disoluciones, que añadiremos 3 ml de azul de metileno a cada disolución.

Preparamos una serie de 8 tubos de ensayo con idénticos valores de M que las placas de Petri anteriores. El volumen final de cada disolución será de 15 ml. Añadimos a cada tubo 10 cilindros de patata homogéneos (aprox. 1 cm de diámetro x 3 mm de longitud). Es indispensable que los cilindros estén lavados (para eliminar la capa de almidón que se forma al cortarlos) ligeramente (para que no varíe su Ψ),y secos con papel de filtro.

Esperamos entre l’5 y 2 horas. Al cabo de este tiempo retiramos los cilindros de sus respectivos tubos y procedemos de la siguiente manera: situamos -con ayuda de una pipeta Pasteur- 1 gota de cada solución coloreada con azul de metileno en medio de cada tubo con idéntica concentración sin colorear:

 

a) Si la gota tiende a subir es porque el medio incoloro tiene más densidad (mayor concentración de sacarosa), debido a que su concentración de soluto era inferior a la del tejido de la patata y éste -por ósmosis- ha absorbido agua de la disolución.

 

b) Si la gota coloreada tiende a bajar es porque el medio incoloro tiene menor concentración de sacarosa, debido a que el tejido de la patata ha cedido agua, por ósmosis.

 

c) La solución en la que la gota quede inmóvil tendrá un potencial osmótico equivalente al potencial hídrico del tejido.

 

 

IV) Resultados

 

Potencial osmótico

Soluc. de sacarosa (2M)

Colorante y agua (ml)

Movimientos de la gota

-3

 

 

 

-4

 

 

 

-5

 

 

 

-6

 

 

 

-7

 

 

 

-8

 

 

 

-9

 

 

 

-10

 

 

 

 

 

V) Algunos detalles que conviene tener en cuenta

 

Mi experiencia dice que ésta es una de esas prácticas que sale “una vez sí y cuatro veces no”. Además, a veces cuesta determinar si la gota intenta ascender, descender u quedarse donde la hemos puesto (ya que debemos dejar la gota pequeña con cuidado en suspensión en medio del tubo, evitando desplazarla con el impulso que le damos para expulsarla de la pipeta y evitando que se mezcle con la disolución de sacarosa incolora en la que la ponemos). Por eso es un riesgo. Como la práctica anterior (potencial osmótico) sirve para lo mismo, quizá sea más recomendable (aunque tampoco viene mal hacer esta, aun con el riesgo de que salga mal: los alumnos deben conocer que en los laboratorios no todo sale como en los libros).