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TEMA 19: RELACIONES BIÓTICAS EN EL ECOSISTEMA

 

CONTENIDO

TEMA 19: RELACIONES BIÓTICAS EN EL ECOSISTEMA

1. PARÁMETROS DEMOGRÁFICOS DE LA POBLACIÓN. Curvas de crecimiento, curvas de supervivencia y pirámides de edades de la población.

2. FORMAS DE RELACIÓN INTERESPECÍFICAS. Mutualismo y simbiosis. Comensalismo. Inquilinismo. Antibiosis. Parasitismo, explotación y depredación. Competición o competencia.

3. HÁBITAT Y NICHO ECOLÓGICO.

 

1. Parámetros demográficos de la población: curvas de crecimiento y pirámides

 

Ya estudiamos en el tema anterior que las poblaciones estables presentan en realidad una estructura dinámica: la estabilidad resulta del equilibrio entre el incremento de los miembros (por nacimiento o inmigración) y la disminución (por muerte o emigración).

 

a) Curvas de crecimiento

 

Cuando un área despoblada es invadida por una población, se puede estudiar cómo se desarrolla ésta desde su origen.

Supongamos que partimos de una pareja de animales (N0 = 2) que pueden producir nueve hijos en un año, y que la población resultante presente una mortalidad de tres individuos en el mismo periodo de tiempo. La población al cabo de un año será:

 

N1 = 2 + 9 - 3 = 8

 

Suponiendo que la mitad de los 8 individuos resultantes del primer año sean hembras y la otra mitad machos, y que la natalidad y mortalidad se mantengan igual que el primer año, la población al final del segundo año será:

 

N2 = 8 + 36 - 12 = 32

 

Con el mismo razonamiento, la población será de 128 individuos al final del tercer año, y de 512 al final del cuarto.

Llamamos potencial biótico (R) al máximo crecimiento teórico que puede alcanzar la población. Será el mismo en cada año:

 

Primer año R = N1/N0 = 8/2 = 4

Segundo año R = N2/N1 = 32/8 = 4

Tercer año R = N3/N2 = 128/32 = 4

 

Esto nos permite generalizar el crecimiento potencial de una población con la siguiente ecuación:

Nt = N0 $ Rt

 

Según esta ecuación matemática, toda población que mantiene constante su potencial biótico crece exponencialmente, de forma que podemos representar su crecimiento respecto al tiempo con una curva logarítmica.


Pero el potencial biótico no se alcanza prácticamente nunca, debido a la resistencia ambiental, a que la natalidad y la mortalidad varían dependiendo de las condiciones del medio y de la edad de los animales, y porque el alimento y el espacio no son nunca factores ilimitados. Por eso el crecimiento será frenado progresivamente hasta que la población está en equilibrio o estabilizada. De ahí que la gráfica real de crecimiento de una población sea una curva logística cuya asíntota horizontal representa el tamaño límite de la población. En ese punto de estabilización de una población nos encontramos con un equilibrio dinámico en el que la mortalidad se iguala aproximadamente con la natalidad, sean ambas elevadas o bajas.

 

b) Curvas de supervivencia y pirámides de edades

 

Nos fijamos ahora en la dinámica de las poblaciones una vez estabilizadas (cosa importante si tenemos en cuenta que en la práctica es poco frecuente examinar poblaciones en su periodo de formación). Para esto estudiaremos la supervivencia y la estructura interna de acuerdo con las edades de los individuos.

La supervivencia de los individuos que forman una población varía según las especies. Por lo general se representa en el eje de ordenadas de la gráfica el número de supervivientes (a escala logarítmica), y en el de abscisas las desviaciones de cada edad, respecto de la media, en forma de porcentaje (de forma que el punto 0 de abscisas es el que indica el número de individuos con la edad media de la población). Con este criterio, se establecen tres tipos generales de curvas de supervivencia:

a) Poblaciones con mortalidad muy elevada durante la época larvaria o juvenil, y mucho más baja en etapas posteriores. Se da en muchos invertebrados y algunas aves. La gráfica es cóncava.

b) Poblaciones con mortalidad reducida en las primeras edades, y elevada en la senectud. Es el caso del hombre y de muchos otros mamíferos. La gráfica es convexa.

c) Poblaciones con un ritmo permanente de mortalidad. Ocurre en animales como las hidras. La gráfica es una línea recta.

El estudio de las curvas de supervivencia se aplica en el control de las reservas de caza y en la lucha contra las plagas del campo.

Las pirámides de edades de las poblaciones son de gran interés ecológico porque, al estar la capacidad reproductora y la mortalidad de los individuos en función de la edad, el porcentaje de cada una de las clases de edades de la población influirá mucho en el crecimiento y mantenimiento de la misma. En toda población se pueden distinguir tres tipos de individuos según su edad:

a) Individuos que se encuentran en la etapa prerreproductora.

b) Individuos que se encuentran en periodo de reproducción.

c) Individuos que ya han cesado en su actividad reproductora.

Las gráficas en forma de pirámide presentan barras horizontales, cada una de las cuales representa un periodo de edad (la longitud de la barra dependerá del porcentaje de individuos de la población que se encuentre incluido en ese periodo). En muchas ocasiones las gráficas se separan en dos mitades, para representar en cada una un sexo. Nos encontraremos con tres tipos de pirámides:

a) Las de poblaciones de rápida reproducción, en las que predominan los individuos jóvenes. La pirámide presenta una base ancha.

b) Las de poblaciones en las que predominan los individuos seniles (como en algunos árboles de gran tamaño que, por competencia, no permiten el desarrollo de los individuos jóvenes. La base de la pirámide es estrecha.

c) Las de tipo intermedio, con un moderado aumento en el porcentaje de individuos jóvenes.

Hay que señalar la tendencia de las poblaciones a mantener la estructura de su pirámide de edades: si se eliminan los individuos de una determinada edad, al cabo de un tiempo se recupera la forma estable de la pirámide.

 

 

2. Formas de relación interespecíficas

 

Las relaciones entre los individuos de diferentes especies pueden resultar beneficiosas para ambas partes, perjudiciales para las dos, o bien favorables o desfavorables para una e indiferentes para la otra. El siguiente esquema resume todas esas posibilidades:

 

 

Tipo de relación

 

Coacción

 

 

 

 

Especie A

 

Especie B

 

Ninguna especie perjudicada

 

 

 

 

 

Mutualismo y simbiosis...............................................

 

+

 

+

 

Comensalismo.............................................................

 

+

 

0

 

Inquilinismo.................................................................

 

0

 

0

 

Alguna especie perjudicada (antagonismo)

 

 

 

 

 

Antibiosis.....................................................................

 

0

 

-

 

Parasitismo, explotación y depredación......................

 

+

 

-

 

Competición.................................................................

 

-

 

-

 

Nota: el signo + significa beneficio como consecuencia de la relación que se establece; el signo - significa perjuicio; y el 0 indiferente.

 

a) Mutualismo y simbiosis

 

El mutualismo es un tipo de relación en el que ambas especies resultan favorecidas (+ +). Cuando el mutualismo se desarrolla de manera que entre las dos especies asociadas existe una permanente e íntima relación anatomo-funcional que forma un todo orgánico, recibe el nombre de simbiosis.

La colaboración mutualista o simbiótica persigue casi siempre fines nutritivos. Es el caso de los líquenes (simbiosis entre un alga y un hongo), las micorrizas (asociación entre las raíces de plantas superiores y un hongo), bacteriorrizas (simbiosis entre las raíces de las leguminosas y bacterias del género Rhizobium); o los mutualismos que se desarrollan en el aparato digestivo de los animales herbívoros y xilófagos con determinadas bacterias y protozoos que digieren la celulosa o la madera en beneficio de los citados animales (incapaces de hacerlo por sí solos).

La acción mutualista puede beneficiar a veces no sólo a las especies asociadas, sino también a la biocenosis en su conjunto (así sucede con las bacteriorrizas que, al fijar el nitrógeno atmosférico, enriquecen el suelo con este elemento).

 

b) Comensalismo

 

El comensalismo es aquel tipo de relación interespecífica en el que uno de los asociados resulta beneficiado y ninguno perjudicado (+ 0).

Por ejemplo algunas bacterias y protozoos que en las últimas partes del intestino de muchos animales se alimentan de los residuos no digeridos de alimento; y animales necrófagos (hienas, buitres, etc.) que se alimentan de los despojos abandonados por los carnívoros cazadores.

 


c) Inquilinismo

 

En el inquilinismo ninguno de los individuos asociados sale beneficiado (en cuanto a la alimentación), pero tampoco se cusan mutuamente ningún perjuicio (0 0).

Este es el caso de las llamadas plantas epifitas (orquídeas tropicales, por ejemplo) o de animales arborícolas (monos, serpientes, ardillas, aves e insectos) que utilizan los árboles sólo como soporte, cobijo o para criar. Otro ejemplo es el pez aguja (Fieraster acus) que se sitúa en el interior de las holoturias, donde encuentra refugio y protección, sin provaocar en éstas ningún trastorno y saliendo sólo para buscar alimentos.

 

d) Antibiosis

 

Se caracteriza porque una especie A puede resultar nociva para una especie B, sin que la especie A obtenga ningún beneficio (0 -).

En la naturaleza hay muchos casos de antibiosis. Por ejemplo los de determinados hongos y otros microorganismos que producen en su metabolismo sustancias nocivas para los microbios (penicilina, estreptomicina, etc.), que denominamos antibióticos.

 

e) Parasitismo, explotación y depredación

 

En estos casos un individuo se beneficia mientras que el otro sale perjudicado (+ -).

 

-Parasitismo: es el tipo de relación interespecífica en el que uno de los individuos que la establecen resulta beneficiado por alimentarse a expensas de otro que resulta perjudicado como consecuencia de los trastornos que le provoca el primero.

Llamamos parásito al individuo que se beneficia, y hospedador (la palabra huésped, aunque se utilice, es impropia) al portador de dicho parásito que sufre los perjuicios.

Tradicionalmente se distingue entre ectoparásitos y endoparásitos. Los ectoparásitos viven sobre la superficie del hospedador de forma más o menos permanente, y le ocasionan perjuicios al extraer de aquél su alimento y perforar el tegumento para obtenerlo (en este grupo se incluyen mosquitos, piojos, sanguijuelas, etc.). Los endoparásitos son los que habitan en el interior del cuerpo del hospedador: en el intestino o en otras cavidades, en la sangre o en las mismas células (son ejemplos la ameba de la disentería tropical, la solitaria, la lombriz intestinal y el plasmodio del paludismo).

 

-Explotación: es un parasitismo en el que se utiliza a otra especie animal, no para nutrirse, pero con evidente perjuicio para ésta.

Tenemos un ejemplo en las aves que utilizan el nido de otras para depositar sus huevos, que dejan abandonados al cuidado de la especie "propietaria" del nido. Es lo que hace el cuclillo europeo (que no fabrica sus nidos): cuando nace el cuclillo, sigue siendo cuidado por su "madre adoptiva", e incluso tira fuera del nido a los verdaderos hijos de la hembra que lo cuida, para satisfacer mejor sus necesidades nutritivas, pues es muy voraz.

Entre los insectos son muy frecuentes los casos de explotación: las hormigas del género Polyergus "esclavizan" a otras del género Formica después de habérselas llevado a su hormiguero cuando son todavía larvas.

 


-Depredación: se caracteriza porque un individuo de vida libre mata y devora a otro con objeto de alimentarse.

A diferencia del parasitismo, en la depredación es el fuerte quien se aprovecha del débil. Los depredadores abundan más entre los animales, aunque hay también algunas plantas que actúan de este modo.

Dentro de los depredadores animales cabe distinguir entre los herbívoros y los carnívoros (que ocupan el primero y los sucesivos eslabones de consumidores en las cadenas alimentarias). Los vegetales sirven normalmente de alimento a los animales herbívoros, pero también existen algunas plantas depredadoras, llamadas plantas carnívoras.

En las biocenosis desarrolladas el binomio depredador-presa logra un estado de equilibrio que permite la supervivencia de ambas especies, aunque se den fluctuaciones cíclicas en ambas poblaciones.

 

f) Competición o competencia

 

La competición o competencia se caracteriza porque establece una rivalidad entre los individuos asociados para la conquista del alimento, del espacio vital, la luz u otras necesidades. En estos casos, el perjuicio es mutuo (- -).

La competición interespecífica es menor que la intraespecífica, pues las necesidades de los individuos de la misma especie son semejantes y se establece fácilmente la rivalidad entre los individuos para satisfacerlas en un ambiente común. Por eso, dos especies próximas es raro que convivan juntas: finalmente las condiciones ambientales determinan cual de ellas sobrevivirá en la lucha competitiva. Este hecho se conoce como principio de exclusión competitiva: cuando las demandas de dos especies son comunes en un mismo ambiente, la mejor adaptada al medio logrará la eliminación de la otra en aquella área.

La competición o competencia es, junto con la depredación, una de las relaciones interespecíficas que más influyen en la regulación de las biocenosis.

 

 

3. Hábitat y nicho ecológico

 

El término hábitat está muy generalizado y simplemente significa lugar donde viven los organismos.

Nicho ecológico es un término más amplio que abarca no sólo el espacio físico ocupado por un organismo, sino su papel funcional como miembro de la comunidad, es decir, su posición trófica y su posición en los gradientes de temperatura, humedad, pH y otras condiciones del medio ambiente. El nicho ecológico de un organismo depende no sólo de dónde vive, sino de qué hace: cómo transforma la energía, cómo se comporta en respuesta a su medio ambiente físico y biótico y lo modifica, y cómo actúan sobre él otras especies.

Una analogía común para explicar ambos conceptos es la que define el hábitat como la "dirección" del organismo y el nicho como la "profesión" del organismo, hablando biológicamente.

Como es muy difícil obtener todos los datos necesarios para describir el nicho ecológico completo de una especie, normalmente se utiliza el concepto de nicho ecológico para describir diferencias entre especies con relación a una o varias características suyas importantes.


El nicho ecológico es una abstracción que abarca todos los factores físicos, químicos, fisiológicos y bióticos que un organismo necesita para sobrevivir. Para describir el nicho ecológico de cualquier especie dada debemos conocer qué come y por qué especies es devorada, cuáles son sus actividades y movimientos, y qué efectos ejerce en otros organismos y en las partes inorgánicas del medio ambiente.

Dos especies de insectos acuáticos pueden vivir en el mismo hábitat, como las aguas de un pequeño estanque somero, de abundante vegetación, pero ocupar diferentes nichos ecológicos. Notonecta es un depredador que nada cazando y devorando otros animales. Corixa se parece mucho al anterior, pero desempeña un papel muy diferente en la comunidad, porque se alimenta en gran parte de vegetación descompuesta.

Dos especies de organismos que ocupan los mismos o similares nichos ecológicos en diferentes lugares geográficos se denominan equivalentes ecológicos. Como tienden a surgir ecosistemas similares donde hay hábitats físicos similares, los nichos funcionales equivalentes son ocupados por cualesquiera grupos biológicos que existan en la región. En cada uno de los continentes hay pastizales con grandes herbívoros presentes. Estos herbívoros son equivalentes ecológicos: en América del Norte los herbívoros pastadores fueron el bisonte y el antílope cornudo; en Eurasia, el antílope de la leyenda y los caballos salvajes; en África, otras especies de antílope y cebra; y en Australia, los canguros grandes. En las cuatro regiones estos herbívoros nativos han sido sustituidos en mayor o menor proporción por ganado vacuno y ovino domesticado por el hombre.